Era el desfile más esperado ayer. Y como siempre no defraudó. Giambattista Vali que es uno de los pocos miembros del selecto grupo de la Alta Costura, presentó un año más trajes de ensueño, con mil y un detalles artesanales y unas creaciones únicas.
Digamos que estos vestidos son puro arte pues son creaciones únicas hechas con las técnicas manuales más ancestrales con todo el tiempo que ello conlleva. Y no es de extrañar que en Francia el término «Haute Couture» esté protegido por ley y definido y determinado por la Cámara de Comercio y de Industria de París. Un día hablaré sobre esto porque cuando leo que la gente aquí le llama a todo «Alta Costura» me enciendo. No es lo mismo hecho a medida que de colección. Ni el precio tampoco, claro. Pero de eso os hablaré en otro post.
Al margen de la artesanía que supone la alta costura me fascinan sus capas y los juegos que hace con el tul, uno de mis tejidos favoritos, y la gasa de seda combinada con pedrería. Todas sus propuestas desprenden delicadeza, feminidad. De entre todas las que presentó ayer me quedaría con estas para invitadas.
Y para las novias tampoco faltó la inspiración… De éste primero me gusta todo, el estampado y la forma. Y las mangas!