Sé que una boda es cuestión de gustos y en este post os desvelo los míos. Como todos tengo mis preferencias y hay cosas que me rechiflan y otras que detesto soberanamente. He de confesar también que con la edad me he vuelto más radical y lo que me gusta me encanta y lo que me disgusta me horripila. Dicho esto, que nadie se sienta ofendido. Como digo, en la vida para gustos los colores y en las bodas aún más!
1. El menú de nunca acabar. Esas bodas que te sientas a las 4 de la tarde y ya no sabes si es para comer o para merendar (tampoco mucho pues has arrasado con el aperitivo). Lo peor es que no sabes cuándo volverás a levantarte. Calculas y no fallas, más de 3 horas y media. Así que, si estás leyendo estas líneas y vas a casarte próximamente te pido que no hagas eso a tus invitados. A ti se te pasará rápido el tiempo pero no a ellos. Haz hincapié sobre esto al catering. Lo normal es que todo vaya sobre ruedas pero no está de más recordarlo. Consejo: hablad antes con el “maitre” que es el director de orquesta.
2. Los bufetes con colas más largas que Zara en hora punta. A veces parece que la gente no coma en sus casas. Veo señoras que se abalanzan sobre un langostino o un plato de jamón como si les fuera la vida en ello. Para evitar aglomeraciones y que la gente se ponga nerviosa, y ansiosa, es mejor que pongáis islas y aumentéis su número para evitar aglomeraciones.
3. El vals y otros bailes. La boda no es Mira quien baila. Si alguno de los dos quiere sacarse el mono de bailotear mejor hacerlo solos un viernes por la noche en cualquier garito. Eso sí, podéis abrir el baile con la canción que queráis, no hace falta que sea con un vals.
4. Paquito el chocolatero y Macarena. Seguro que lo habréis bailado mil veces pero que queréis que os diga la clave del éxito suele ser la música y mejor ir sobre seguros con temazos más actuales y evitar las coreografías fáciles.
5.La tómbola. Entregar el ramo a la mejor amiga y algún que otro detalle a las futuras parejas que van a casarse, vale, de acuerdo, pero más allá de 2 o 3 entregas es aburrir al personal. Sobre todo porque llega un punto que ya no sabes si es una rifa de peluches, flores y regalos varios o el juego de las sillas. Si quieres sorprender a algún amigo en concreto siempre puedes dejárselo sobre la mesa y todos felices.
6. Los chupacámaras. Te los encontrarás hasta en la sopa cuando tus fotógrafos te enseñen las fotos. Sin embargo, asegúrate de decirles qué personas deben salir sí o sí en las fotos. No es la primer vez que me encuentro novias llorosas porque no tienen una foto con su madre.
7. La tarta. El momento pastel no es de mis favoritos, lo confieso. Creo que es algo que ya pasó…
8. Las gafas de sol. No, no me gustan nada las invitadas con gafas de sol. Me parece un complemento de sport y que arruina grandísimos looks.
9. Americanas fuera. Lo siento señores, aunque haga mucho calor deben aguantarse y no sacársela hasta que llegan a casa. Y si no, que se apliquen el cuento que nos decían a nosotras «para estar guapa hay que sufrir».
10. El pan encima de la mesa. Cuando veo fotos de las mesas ya puestas, con sus manteles, sillas vajillas y… el pan! Se me van los ojos hacia esos panecillos, a veces pequeños a veces enormes, que para mi deslucen todo el montaje. Prefiero que el catering lo sirva una vez los invitados están sentados.
1 comentario
Coincido al ? por ? con todo lo que planteas.
No puedo estar más de acuerdo.
Enhorabuena por este fantástico blog??