Cristina de Sweet in a box es como el hada madrina de las bodas. Todo lo que sueñas lo hace realidad. Personalización y artesanía (como la alta costura) son la mejor definición para los buffets de chuches que ella misma diseña y crea.
Sus composiciones son especiales y únicas. Hace poco que sigo su trabajo, desde que le contraté para mi boda, y nunca he visto dos iguales. Siempre sorprende. Aún recuerdo cuando vi el título de «3,2,1…Me casé» presidiendo el sweet bar de nuestra boda. Fue un detalle que no me esperaba nunca y ya os podéis imaginar cuanto me gustó.
Una de las últimas bodas que ha hecho es la de Sofía y Pablo, en el Club de Campo de Madrid.Toda la mesa estaba llena de detalles y sorpresas para los invitados. La vida de los novios ha girado siempre en torno a los viajes y a la música (el padre de ella era pianista y su madre, de nacionalidad rusa, con una fuerte vinculación al ballet) por lo que no faltaron detalles relacionados: matrioskas, ballet, un piano… Lenguas y PetaZetas para los sobrinos y una réplica de la tarta en versión mini, y fucsia, para la mejor amiga de la novia. Detalles para todos.
El toque final lo ponían dos ramos de paniculata rosa y blanca y un mantel de flores fucsia (el mismo sobre el que comieron todos los invitados).
2 Comentarios
Pero bueno! si esta es mi boda! jajaja qué sorpresa cuando Cristina me ha mandado el link y he visto las fotos publicadas :D, y qué ilusión! fue un día lleno de sorpresas y emociones y la sweetbox de Cristina ayudó a que se convirtiera en un día único, aún hoy los invitados nos recuerdan la barra de dulces que pusimos jaja, altamente recomendable!
Con unos buffets dulces asi no llego ni al aperitivo, que espectaculo para los sentidos de las adictasal dulce como yo!!!
Un saludo.