En el taller de Lorenzo Caprile

Había oído hablar de él cientos de veces, leído mil entrevistas, visto millones de fotos suyas pero me faltaba conocerle. Hace pocos días tuve la suerte de visitar su atelier y charlar con él. Decía Kapuscinski en «Los cínicos no sirven para este oficio» que es un error escribir sobre alguien con quién no se ha comparado al menos un tramo de vida». Pues después de pasar una mañana con Lorenzo Caprile, creador (y no diseñador), como se definía en la entrevista que publiqué en este Like&Love, puedo afirmar que es genial, (un genio). Ha sido un gran descurbrimiento, su taller, sus vestidos, su persona, su equipo…

Carprile no hace colecciones, ni desfiles. Desde hace 20 años hace trajes especiales para momentos especiales, como son las bodas. Pocos como él saben lo que es hacer «alta costura» (a él le parece pretencioso denominarlo así) o trajes a medida de manera artesanal. Cada temporada realiza 70 novias y 200 trajes de fiesta. Ahí es nada. Y si tenemos en cuenta que se necesitan más de 300 horas de trabajo para la elaboración de cada uno de ellos, el ritmo que se vive dentro del taller es trepidante.

Hacerse un Caprile es hacerse un sueño. Desde que dibuja el diseño sobre el papel  (con una habilidad que abruma) hasta que realiza la primera prueba dicen que te sientes como una princesa (o eso me han dicho las que se han hecho uno pues yo no he tenido esa suerte, todavía).

Se puede decir más alto pero no más claro. Caprile es transparente, sencillo, directo. De su charla con él me quedo con algunas de sus perlas y con las que no puedo estar más de acuerdo. «La novia no debe ir a la moda si no debe verse guapa». Para él las bodas «son la alfombra roja particular de cada familia«. Amén.

La Nube Dulce se encargó de decorar la mesa del desayuno.

Me enamoré, literalmente, de estos dos vestidos. Lenceros, colores pastel, bordados con pedrería y una caída que te mueres.

Y éste fue el gran regalo que me llevé. Así sería el vestido que luciría la semana que viene si me hubiera hecho un Caprile. Para una boda de día, de corto, con mucha gasa y escote barco. Y un dato importante: embarazada de 8 meses y medio. El resultado me rechifla. Acertó de lleno ¡y eso que acababa de conocerme!.

Si hay algo que caracteriza a las novias Caprile es que son atemporales. Como él dice una novia no debe ir a la moda si no sentirse guapa. Le encanta potenciar la cintura y detesta que se marque el trozo de piel (dicho de manera más coloquial, la chicha) de las axilas. Sus diseños sientan bien porque ocultan los defectos que todas tenemos y potencian lo bueno.

Aquí un boceto que hizo para Cristina de Guia de Estilo para su boda.

Fotos de Manuel Ordovás y propias

Pstttt…. Si te has casado con un Caprile y quieres mandarme tu boda. Ya sabes… ¡escríbeme!