Bailar en una boda con un vestido de Teresa Helbig es lo mejor que te puede pasar. Sus vestidos en movimiento ganan, sus telas se mueven al ritmo de la música, haciendo unos vaivenes de esos que desprenden estilo a raudales. Reconozco que es una sensación única.
Hoy ha celebrado su desfile en la Pasarela Cibeles y muy a mi pesar no he podido ir… Aún recuerdo cuando ganó el Premio a la Mejor Colección, yo trabajaba por esa época en L’Oréal Paris, que ya el Maquillador Oficial y quien entrega el premio y estaba delante cuando le llamaron para comunicárselo. Estaba tan feliz que parecía que lo hubiera ganado yo. Acababa de hacerme mi primer traje allí y la conexión que tuvimos fue genial. Eso fue en el 2008.
Desde entonces, cada vez que fallo a un desfile de Teresa Helbig me da muchísima pena pues sus vestidos no son lo mismo si se contemplan de cerca. Este año además era especial porque cumple 20 años dedicada a la costura y lo ha celebrado bailando. Qué mejor manera.
Recuerdo la historia que siempre contaba, de cómo empezó todo. Tenía que ir a una boda y su madre y ella hicieron un vestido de plumas. Triunfó tanto que de ahí le salieron encargos, hasta hoy. Entre medio ha ganado mil premios, ha tenido ofertas de grandes casas pero ella sigue siendo fiel a sus principios: detalles artesanales y vestidos hechos a medida, con mucho amor. Quizá es ese lado romántico que mantiene tan vivo el que hace que sea mi diseñadora favorita.
Esta colección me ha llamado la atención por los monos setenteros, americanas de tul, vestidos hechos a base de gomas, vestidos que emulan a una bailarina clásica, gabardinas de organza de algodón, su medusa revisada con un look más country, tocados de plumas… Todo son piezas especiales que llevan muchas horas de trabajo. Mucho estilos años 20’s 50’s y 80’s. Ha sido como un tributo a sus chicas Helbig, su #helbigang como les llama: «Ellas son «mujeres sabias que se toman la vida como un baile, aunque a veces todo sea tan duro y complicado».
Beatriz Natmar, a la que tuve la ocasión de conocer personalmente hace poco y es una artista, es la que ha realizado todas las flores bordadas y Serena Whitehaven los zapatos.
Por primera vez ha salido a saludar su madre que junto a ella son el mejor tándem que existe. Una costurera de esas que cuesta encontrar. Ella fue quien transmitió a Teresa el amor por los tejidos y el mimo por las puntadas.
Os dejo con los looks que más me han gustado.
Por cierto, en breve lanza Fashion Film, que os recomiendo verlo para seguir soñando con su universo y 3 perfumes que llevarán por nombre: Teresa, Tanger y Bulldog.
Fotos: © Pablo Latorre/ L’Estrop
2 Comentarios
Hay que acercarse a su taller y vivir la experiencia.!
El último es espectacular!!!